El impacto de la IA en la educación y cómo repensamos el aprendizaje de los estudiantes
(Gracias a la colaboración de mi esposa Edit Milena Jiménez, ofrezco este artículo en español.)
La Inteligencia Artificial está inmersa en nuestro alrededor de una forma poderosa y es una fuerza motriz en la sociedad que actualmente habitamos, ya que hace parte de los sistemas satelitales, de salud y económicos, entre otros, generando la optimización de las bases de datos e información existentes; esto es lo que se conoce como un proceso de automatización que ahora se extiende a la realización de tareas humanas avanzadas, pero además la IA en la actualidad tiene la capacidad de escribir los artículos que leemos en línea, crea obras musicales sofisticadas al estilo de compositores icónicos, tiene la capacidad de cocinar e idear rectas, puede conducir camiones comerciales, incluso puede competir con nosotros los humanos, en nuestros juegos de mesa favoritos y ganar el juego, puede además bailar como un ser humano y escribir un romántico poema, pero no solo eso, también puede crear nuevas proteínas moleculares, etc. Además tiene la capacidad de ayudar a las personas con discapacidad y hablar con nosotros en un tono amistoso.
La Inteligencia Artificial se ha desarrollado con una velocidad increíble, es así como los avances que suponíamos se presentarían en el futuro, entre los siglos treintas y cuarentas, han aparecido de manera sorpresiva e invasiva en pleno siglo veintiuno, generando una serie de incertidumbres no solo en lo académico sino también en áreas laborales, económicas y profesionales, impactando a muchos tecnólogos, académicos y científicos, que esperaban vivir esta situación unos años más adelante.
Consecuentemente los educadores de todo el mundo están desconcertados por la introducción de ChatGPT, un asistente de inteligencia artificial desarrollado por OpenAI que puede, entre otras cosas, escribir ensayos, elaborar poesía, producir letras de canciones, etc. Escribir y depurar código, explicar conceptos difíciles, identificar premisas incorrectas y jugar roles en escenarios imaginarios. ChatGPT, un chatbot muy avanzado, ha despertado el temor generalizado en las escuelas y universidades que sus estudiantes lo utilicen para realizar engañar en sus tareas y no estén motivados para aprender.
La angustia provocada por ChatGPT ha llevado a muchas escuelas, colegios y universidades a prohibir su uso, principalmente escuelas públicas de Nueva York y Seattle. Otras escuelas están optando por mitigar su impacto eliminando la escritura asistida por la tecnología. Sin embargo, prohibir el GPT es infructuoso y evitarlo ChatGPT es una solución provisional, puesto que las tecnologías GPT solo se volverán más poderosas y generalizadas, ya que los estudiantes podrán acceder a ellas en las redes domésticas o en sus teléfonos celulares. En consecuencia, tratar de evitar la IA es contraproducente en una sociedad digital, pues aquellas personas que aprenden a aprovechar la IA de manera efectiva y eficiente, estarán desplazando a quienes no pueden o no saben utilizarla.
En este sentido es indispensable que las conversaciones que se generen en torno a ChatGPT evolucionen y vayan más allá de “prohibir/no prohibir” a una discusión más amplia en donde la prioridad sea la enseñanza y el aprendizaje de la mano de una “infraestructura en constante evolución como la que nos ofrece el siglo XXI”.
Por consiguiente es necesario realizar una serie de reflexiones que nos permitan tener una mejor visión del mundo moderno, con el objetivo de generar mecanismos que nos permitan sociedades más competentes, es así como se hace necesario detenernos y analizar sobre:
¿Cómo educamos a nuestros hijos para que prosperen en un entorno de trabajo automatizado y acelerado?
Más ampliamente, ¿cómo educamos a los niños para que se conviertan en ciudadanos productivos y creativos en un panorama tecnológico complejo?
AI está cambiando rápidamente la sociedad, lo que nos obliga a repensar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.
Necesitamos un marco para entender lo que es la inteligencia artificial, lo que puede y no puede hacer, y cómo el aprendizaje de los estudiantes está situado dentro de este contexto.
Para empezar, es equivocado etiquetar las capacidades de IA equiparandola con los procesos cognitivos complejos que realizamos los seres humanos. Los sistemas de IA no poseen un cerebro humano, después de todo, y su producción se deriva de cálculos estadísticos incrustados en algoritmos. Los sistemas de IA suelen participar en una serie de procesos extendidos de prueba y error, y luego realizan autoanálisis para determinar cómo se pueden mejorar. La IA no posee las capacidades cognitivas de los hombres, lo que realiza son procedimientos repetitivos que imitan la inteligencia humana, y que jamás podrán igualar las capacidades de razonamiento, uso del lenguaje, aprendizaje basado en la experiencia y las emociones, etc.
A pesar de sus avances, sabemos que la IA no puede igualar a los humanos en dos capacidades importantes: La adaptabilidad y la comprensión socio-emocional. Los sistemas de IA no pueden manejar situaciones completamente novedosas. En última instancia, están limitados por los datos que poseen, por muy extensos que sean.
Así que, los humanos tienen una clara ventaja sobre la IA. Los seres humanos somos simplemente mejores innovadores, podemos adaptarnos y prosperar en entornos completamente nuevos, nuestro pensamiento y actuación no están encerrados en la entrada de datos, cuando nos enfrentamos a los matices complicados y la dinámica cambiante de los problemas humanos, desarrollamos soluciones creativas y humanas. En un artículo reciente, El Dr. Colin Allen, profesor de la Universidad de Pittsburgh que explora las habilidades cognitivas en animales y máquinas señala que: “Un organismo consciente, como una persona, Un perro u otros animales puede aprender algo en un contexto y aprender algo más en otro contexto y luego juntar las dos cosas para hacer algo en un contexto novedoso que nunca antes habían experimentado. Esta tecnología [AI] no está cerca de hacer eso”.
Adicionalmente, la IA no es sensible; no tiene sentimientos. La IA no es consciente de sí misma y no es consciente del mundo circundante. Carece de las habilidades y competencias socio-emocionales para involucrarse y cooperar con los demás - auto-conciencia, equidad y bondad, por nombrar algunos. La IA no entiende la noción de equidad, ni la noción de bondad. (Incluso puede llevar sesgos algorítmicos que funcionan en contra de la equidad y la bondad). La IA está mejorando interpretando gestos humanos y señales no verbales, pero no está imbuida de un sentido de lo que está bien y lo que está mal. Carece de una brújula moral.
Así que, ChatGPT refuerza la importancia de hacer las escuelas más humanas haciendo hincapié en las habilidades humanas únicas, significa colocar a los estudiantes en situaciones en las que deben trabajar de manera creativa e innovadora. Implica a los estudiantes que trabajen en colaboración con otros estudiantes, para construir relaciones de apoyo que incluyan empatía y responsabilidad personal.
AI se puede aprovechar como un socio en el proceso creativo. La IA puede ayudar a los estudiantes a romper etapas difíciles del proceso creativo en sus actividades. Para aquellos estudiantes “atrapados” en algún lugar del proceso de creación, ChatGPT puede generar ideas para su siguiente paso. Mientras tanto, el profesor y el estudiante pueden analizar la utilidad y adecuación de la información que ChatGPT proporciona.
AI continuará presentando desafíos y oportunidades. generando períodos de miedo e incertidumbre, pero prohibir o evitar la IA es poco realista y contraproducente. Por el contrario, debemos adaptarnos a los tiempos de cambio y aprovechar nuestras habilidades humanas únicas para forjar un camino hacia adelante.